Este procedimiento es necesario cuando hay una cantidad insuficiente de hueso para sostener los implantes dentales, que son los dientes artificiales que se colocan en la boca para reemplazar los dientes naturales que faltan.
Este procedimiento se realiza con anestesia local y puede ser ambulatorio o requerir una breve hospitalización. La recuperación después del injerto de huesos dentales puede tomar de unas pocas semanas a varios meses, dependiendo del paciente y la cantidad de hueso injertado.
Los siguientes son algunos de los beneficios del injerto de huesos dentales:
- Aumenta la cantidad de hueso disponible para los implantes dentales.
- Ayuda a preservar la estructura facial y la forma de la mandíbula y maxila.
- Mejora la estabilidad y durabilidad de los implantes dentales.
- Previene la recesión de las encías y la pérdida de hueso en la mandíbula y maxila.
- Mejora la apariencia de la sonrisa y la autoestima del paciente.