Utilizar injertos óseos es una de las mejores opciones para poder reconstruir los defectos que tuviera el hueso original, ya sea debido a causas genéticas o provocadas por algún golpe o traumatismo.
Los injertos óseos, ya sean de origen orgánico o no, son fundamentales para rehabilitar una zona dañada con los implantes dentales adecuados. Además de las ventajas que ofrecen a los pacientes, ya que sin este tipo de injerto, sería posible que se diera el no poder hacerse un implante dental y con ello no conseguir esa calidad de vida y salud deseados.
Por esto es importante acudir con regularidad al dentista para que nos pueda ir haciendo un seguimiento y tener un control sobre nuestra salud bucodental.